Y esencialmente, el ser humano que es sólo ser humano se dispuso a ser real. La remarcable impudicia de quien se sostiene de confabulaciones egoístas en una sonrisa. Skinny boy, let's Rock-N-Roll . Y que de la insignificancia de una paridad devengamos en gota de humor y aliento. Cómo no pelear la proximidad.

Te llamo por la mañana. Ya estoy disfrutando de nuestro pacto. Qué te digo, ser actor en esta danza... me aviva.

Mi primer regalo

No hay un ciclo donde no se le otorgue lugar a las ropas de colores pastel. 

Yo he buscado y decidido cuanto es realidad ahora, entre aleteos de mariposa y estrangulamientos en la boca del estómago, alejé de mi(realidad) a zua y fuah.

Cariño, es estupendo la vista desde aquí. Ya sé que mi demora en bajar es tiempo 

que los pierdo

¿cuál es mi regalo?
sobre la faz antigua de un muro medieval, dibujo. Sola. Solconmigo

el aleteo de una mariposa en sus palabras lo cambió todo, también en esa tarde trajinada y al lado de árboles jóvenes,  me llamó por mi nombre.

colore(h)ada

nunca fue una necesidad, siempre sí un deseo de la piel en sueño. 

Nos constituíamos todo

para palpitar una vez.

Pilar 

(iv) Nos enamoramos de cada cosa

y así está bien. 

(iii) Ancho, ancho, ancho.

(ii) estoy feliz de haber muerto todas mis vidas para vivir ésta. 

Clic clacs extranios,  sí en este hecho concreto que es la Tierra, el Universo, mi vida.

(i) Pilar

La luz hiere, abre pasos en concritudes sólidas. Un rayito de luz.

Abril

Todos estos confluyen a mí para yo superar mi liviandad y mi total pesadez. 

La dolorosa y cálida conmoción.

Enormidad 

de carácter.

Tanto más

la cifra exacta de todas mis fiebres.

He tenido mi verano cálido,
yo caliente desde el amanecer. Por intermedio de la sabrosa insinuación de volver
la espalda al Sol y dejarlo ingresar. Sanar
como el agua de un tajo para beberla. Se repite. 

He tenido mi verano. Tribulaciones que develan, oh sí, las formas de mi anhelo. 
De mi completo deseo. 
De la codicia que engendro ante la presencia finita 
de toda una ciudad que se incendia y yo voy a dar la grasa, materia ósea y carne fresca de lo que camino, 
para sudar y reconocer  algo aprehensible. 
                                    Cómo nos trastoca lo superficial. Acaricio. 

La foto la hice en un salón de la Univ. a donde asisto. Es tan buena esta rutina para mí. La rueda rodando es, y yo gota de agua a sabiendas de fulminarse entre las brasas de algún fuego magnífico.